Habla tan rápido como vive. A los 18 años, tras pasar ocho tutelado por el Principado, se encontró en la calle y sin formación ni recursos. Pero a los 19 ya vivía en un piso en el que él tutelaba a menores que se fugaban de centros de acogida. A los 40 lleva con su hermano una empresa de reformas, es trabajador social voluntario, además de presidente de la ONG Identidad para Ellos. Marcos Madrigal lo sabe todo de los centros de acogida. Y lamenta que el sistema mantenga los mismos fallos que cuando él vivía en ellos.

Tutelados en el Principado de Asturias de por vida.