La crisis económica y laboral retrasa la maternidad y, a la vista del balance anual de la Consellería de Traballo e Benestar, retrae el número de solicitudes de adopción y de manera muy especial las de carácter internacional. Si hace tan solo tres años se tramitaron en la provincia 189 peticiones de adopción, dos ejercicios más tarde, al cierre de 2013, habían sido 117, un 38% menos, las peticiones realizadas. La elección del 2011 como referencia no es casual ya que marcó un antes y un después en la demanda de adopciones: tanto en el número como en lo referente al origen de los menores.
Se da la circunstancia de que el desplome en el número total de adopciones conllevó una inversión en la tendencia de las adopciones internacionales que durante años, entre 2004 y 2011, duplicaron y hasta triplicaron las nacionales. Un hecho que se vincula a la crisis -prohijar a un niño en el exterior implica un importante desembolso económico y hacerlo en el país es gratis- pero también al mayor control y al endurecimiento de los requisitos exigidos en los países de origen lo que implica una disminución de menores susceptibles de ser adoptados y una dilación de, hasta cinco o seis años en la llegada al hogar del nuevo miembro de la familia. Una demora que se aproxima a la media de los menores nacionales: siete años.
Los datos aportados por la Consellería de Traballo e Benestar recoge que desde la provincia de Pontevedra se incoaron, durante el pasado año, 117 nuevos expedientes de adopción de los que 76 fueron solicitudes de menores nacionales y 41 de niños extranjeros, lo que supusieron, respectivamente, el 35% y el 24,8% de los trámites iniciados en toda Galicia.
A la puesta en marcha de los nuevos expedientes, en el ámbito provincial, hay que sumar en el apartado de adopciones internacionales la preasignación de 27 niños extranjeros a familias pontevedresas.
El equipo de Menores de la la Consellería de Benestar fue mucho más activo en el capítulo de adopciones nacionales ya que además de los 76 nuevos expedientes abiertos durante el pasado año,, sus profesionales tuvieron que informar 18 resoluciones de acogimiento preadoptivo, 29 propuestas de adopción y 23 autos de adopción definitivos. Además el equipo de Menores se ocupa de la evaluación y emisión del certificado de idoneidad preceptivo para iniciar cualquier proceso de adopción dentro o fuera de nuestro país.
Las series estadísticas de la Consellería de Benestar permiten constatar que el número de solicitudes de adopciones nacionales en la provincia se mantiene más o menos estable, rondando el centenar, desde que arrancó el siglo XXI, al alcanzando sus picos más elevados en los años 2003 y 2011, con 100 y 103 peticiones respectivamente y su cuota más baja en los dos últimos años: 73 solicitudes en 2012 y 76 el pasado año.
En el caso de las adopciones internacionales, sin embargo, se registra un in crescendo que va desde las 64 peticiones formalizadas en 2000 a las 261 tramitadas cinco años más tarde. A partir de 2006 se fueron registrando ligeros descensos hasta los sucesivos desplomes de los tres últimos años cuando las solicitudes de adopciones internacionales fueron de 86, 62 y 41 peticiones, un regreso a cifras de dos dígitos que remontan al primer año del siglo.