INTRODUCCIÓN
Probablemente en vuestro centro haya menores con experiencias de abandono temprano. Estas niñas y niños son víctimas del abandono.
La sociedad responde con medidas reparadoras diferentes: acogida familiar y/o residencial, adopción, institucionalización. El ámbito familiar es el primer referente de sus vidas y el segundo es la escuela. Si bien es cierto que no podemos generalizar, su desarrollo está comprometido. En cualquiera de los ciclos que se incorporen, presentan unas características particulares y un número elevado tienen necesidades específicas y/o especiales, máxime cuando no tienen un diagnóstico que les arrope.
Las experiencias significativas de abandono, vivencias previas a las medidas de protección, dejan secuelas muy variadas en sus células; una CLAVE es que el APEGO FALLA. Las pérdidas, separaciones, desatención, negligencia…les causa un recorrido vital desorganizado e inarmónico respecto al resto del alumnado de sus aulas.
Por ello, a menudo se incorporan en desventaja al sistema educativo, siempre realizan algún sobreesfuerzo y tienen necesidades específicas
(tanto del entorno como educativas).
Las buenas prácticas de los equipos educativos nos han mostrado cuales pueden ser algunas de las claves para tener éxito en la incorporación,
inclusión y la labor diaria en el aula.