La realidad, plagada a veces de dificultades, ha venido a redimensionar en su justa medida el baby boom adoptivo de años atrás. En Bizkaia las solicitudes de adopción internacional han descendido de 333 a 55 en los últimos siete años y el número de menores finalmente adoptados ha bajado de 165 a 46. «No sé si se podría decir que fue algo ligado a una moda, pero sí hubo un boom que no correspondía a la realidad adoptiva, ni de las necesidades de los menores, ni de las familias. Algunas de ellas no lo hacían con tanta consciencia como se hace hoy en día», rubrica la jefatura del Servicio de Infancia de la Diputación Foral de Bizkaia. De hecho, la propia Unicef constató en su día que había muchas más solicitudes que menores en situación de ser adoptados. «Hay niños pobres en orfanatos, pero tienen familia. En muchos países se utiliza el orfanato como una manera de que los hijos coman todos los días y estudien, pero no es que no tengan padre y madre», aclara.
Fuente Deia